La exhibición aborda las etapas por las que pasó la radicalización de la política antijudía: el ascenso del nazismo, la reclusión de los judíos en guetos, y el exterminio y los campos. Frente a ello, el Corazón de Auschwitz que la sobreviviente Zulema Sznajderhaus le regaló a su amiga Fania mientras se encontraban en el campo de concentración emerge como un ejemplo de valentía, resaltando la importancia de la amistad y la resistencia como pilares para luchar contra las injusticias.