0057- alberto p. michel neuburger nació el 30 de diciembre de 1936 en parís. del 20 al 29 de octubre de 1942 su familia esperaba la ocasión para cruzar a pie los pirineos. mientras tanto, se escondían en casa de unos amigos con el mismo apellido que ellos: jules neuburger, su mujer y su hijo roberto. el 29 de octubre hicieron el primer intento de atravesar la cordillera, pero los guías (passeurs), que ya habían sido detenidos por la policía dos veces, abortaron la misión por una fuerte tormenta que duró hasta la mañana. durante dos noches, la familia durmió en un establo de port vendre (la última localidad antes de cruzar la frontera franco-española) en compañía de un viejo asno. por fin, el 30 de octubre a las cuatro de la mañana se pusieron en marcha. iban dos guías franceses, ellos tres (alberto, por entonces de 5 años, su madre y su padre), y un abogado berlinés con su mujer y dos hijos (de 12 y 10 años), a quienes alberto recordaría como gente muy pesimista. el camino era empinado y serpenteaba entre viñedos. a las siete de la mañana hicieron el primer descanso. estaban ya en las altas montañas. alberto tenía ganas de ir de cuerpo, pero los guías los apuraban y le decían que si se quedaba solo lo iban a comer los lobos. faltaba una hora para el amanecer y había que acercarse a la frontera. llovía y nevaba, y desde españa soplaba un viento glacial. el 31 de octubre a las 10:30 llegaron a españa, donde el sendero bajaba bruscamente. todos se sentían más seguros, y en un alto del camino escribieron a sus seres queridos en francia (en el caso de la familia de alberto, sus abuelos paternos) cartas que los guías, antes de despedirse, prometieron enviar. continuaron la marcha hasta que los detuvieron unos guardias franquistas. apuntaban armas hacia todos, incluso a alberto. su padre discutió violentamente con uno de los guardias por apuntarle a alberto que, por su parte, al ver que el resto del grupo tenía las manos en alto, decidió imitarlos. los guardias les confiscaron pertenencias y los llevaron a la prisión del pueblo de figueras. en la celda, de cuatro metros por tres, alojaron a los siete. debieron dormir en el piso y sin mantas, y tomar, como único alimento, sopa dos veces por día. cuando los liberaron fueron a barcelona; de allí a bilbao y, por último, a buenos aires.
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