En el inicio del acto, que contó con la dirección musical del maestro Ángel Mahler, el secretario general de la Conferencia Episcopal Argentina, Monseñor Raúl Pizarro, acompañado por el secretario interconfesional, Alberto Zimerman, subieron al escenario para realizar un minuto de silencio en memoria del Papa Francisco, recientemente fallecido.
Luego, el periodista Diego Sehinkman evocó “a todos aquellos jóvenes que en las diferentes épocas mostraron el camino a seguir: el de la resistencia; el del liderazgo; la valentía, la resiliencia y el permanente entusiasmo por preservar la memoria y la vida judía”.
En su alocución, el presidente del Museo del Holocausto de Buenos Aires, Marcelo Mindlin, destacó que “el próximo año, Argentina asumirá por primera vez la presidencia de la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto (IHRA), un desafío y una oportunidad única para mostrar el trabajo realizado en la construcción y difusión de la memoria de la Shoá”, y expresó la convicción de que “nuestro país ejercerá esta responsabilidad con contundencia y acercará a la IHRA a la realidad latinoamericana, impulsando la adhesión de otros países de la región”.
Los sobrevivientes del horror nazi encendieron seis velas en memoria de las 6 millones de víctimas. Asimismo, Micaela Rudaeff, en representación de Lior Rudaeff; Mirta Tinaro, en representación de Ariel y David Cunio, aún secuestrados en Gaza y el Embajador del Estado de Israel, Eyal Sela, encendieron una vela en recuerdo de las personas masacradas en el Estado de Israel el 7 de octubre de 2023 por el grupo terrorista Hamás.
Por su parte, el presidente de la DAIA, Mauro Berenstein, recordó que “este día no es sólo para recordar, es un llamado a actuar, a abrir los ojos, porque el antisemitismo no quedó enterrado en los campos de concentración. Hoy, lamentablemente, lo vemos resurgir”.
“Es urgente enseñar a las nuevas generaciones a distinguir entre lo que parece justo y lo que verdaderamente lo es, a desarrollar un pensamiento crítico, a cuestionar los mensajes que consumen, y, sobre todo, a no olvidar la historia. Porque sin memoria, se corre el riesgo de repetir los errores más oscuros de la humanidad”, afirmó el titular de la DAIA.
Durante el acto, los artistas Florencia Spinelli y Germán Tripel representaron la historia de amor de Jerzy Bielecky y Cyla Cybulska, quienes se conocieron y enamoraron en el campo de concentración de Auschwitz.
A su turno, Josette Laznowski, sobreviviente de la Shoá, señaló que “el Holocausto no es algo del pasado solamente. Este acto y quienes están presentes son una muestra de ello. Los sucesos ocurridos después del 7 de octubre también son una prueba. Nos alertan y nos conducen a dar testimonios, no debemos olvidar”.
Laznowski consideró que “frente a los sucesos actuales, se impone nuestra misión y obligación de contar. Nuestro testimonio es una de las herramientas más poderosas para evitar que el horror se repita. Doy mi testimonio para transmitir un mensaje positivo: Debemos enfrentar toda forma de discriminación e injusticia. No seamos indiferentes cuando veamos algo que no está bien o cuando veamos a alguien sufrir”.
Asimismo, las sobrevivientes de la masacre en el Festival Nova el 7 de octubre de 2023, Alejandra López y Laura Malo, transmitieron su testimonio de esperanza y resiliencia.
En representación de los movimientos juveniles, Micaela Gorkin sostuvo que “la memoria no puede quedar solamente en manos de quienes la protagonizaron. Cada testimonio que escuchamos hoy es un mandato. Nos toca a nosotros, como jóvenes, como madrijim, como educadores, tomar esa antorcha y sostenerla”.
Los artistas Franco Yan e Isabella Sorrentino, por su parte, recordaron a los “seis millones de almas que fueron arrancadas de este mundo”.
“Cada una era un universo entero. Cada una tenía una voz, un sueño, una canción. No murieron como números, vivieron como personas. Y esa vida la seguimos nombrando. Hay que mirar con el alma. Ver la luz donde otros solo ven oscuridad”, narró Yan, al tiempo que Sorrentino entonó “Mi haish“ (“¿Quién es el hombre?”) una interpretación musical de un pasaje del Salmo 34 .
La ceremonia finalizó con la entonación del Hatikva (Himno Nacional del Estado de Israel) y el Himno de los Partisanos, interpretado por Enrique Grinberg, Guillermo Gutkin, Soledad de la Rosa y el Coro Banco Nación.
El acto central contó con la presencia de sobrevivientes del nazismo, familiares de personas secuestradas por Hamás, una delegación de parlamentarios israelíes, autoridades nacionales, provinciales y municipales, jueces, referentes políticos, diplomáticos, representantes de distintas confesiones religiosas, dirigentes comunitarios, entre otros.