Sara Rus con jóvenes


viernes, 17 de julio del 2015

Emocionante encuentro de Sara Rus con los jóvenes del programa Educación y Memoria del Gobierno de la Ciudad

Sara Rus con jóvenes

viernes, 17 de julio del 2015


Emocionante encuentro de Sara Rus con los jóvenes del programa Educación y Memoria del Gobierno de la Ciudad


Durante la semana pasada, recibimos la visita de los jóvenes que participan del programa Educación y Memoria del Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, que tiene como misión impulsar la recuperación de la memoria y fortalecer los lazos que vinculan la experiencia histórica pasada con los sentidos del presente y el futuro.

Durante el encuentro, en el que estuvieron presentes Claudio Altamirano, coordinador del Programa Educación y Memoria del Ministerio de Educación porteño y Gabriela Scheyer, Directora Ejecutiva del Museo del Holocausto, los chicos pudieron vivir un momento de profunda emoción al escuchar el testimonio de Sara Rus, sobreviviente de los campos de concentración de Auschwitz y Mauthausen y Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora.

El Programa Educación y Memoria, en el marco de las actividades conmemorativas por el Día de la Solidaridad con las Víctimas del Atentado Terrorista a la Sede de la AMIA-DAIA, articuló acciones con el Museo del Holocausto para organizar la visita guiada para estudiantes y profesores de 3er año de la EMEM N° 3 DE 9 “Claudia Falcone“ y alumnos de 5° año de la Escuela N° 2 DE 1 “Domingo F. Sarmiento”, quiénes en sus proyectos pedagógicos están abordando estas temáticas.

La jornada se vio engalanada con la presencia de Sara Rus, sobreviviente de la Shoá, acaecido durante la II Guerra Mundial y Madre de Plaza de Mayo L.F., quien al finalizar el recorrido recibió a los visitantes para brindar con cálidas y emotivas palabras su conmovedor testimonio de vida.

Los estudiantes fueron recibidos por Gabriela Scheyer, Directora Ejecutiva del Museo, las guías Nora Kantis y Cecilia Bullor, y Claudio Altamirano, coordinador del Programa Educación y Memoria, quienes les dieron la bienvenida. “Este es un espacio valioso de aprendizaje significativo. Aquí esperamos que puedan enriquecer sus conocimientos y adquirir más y mejores herramientas para desarrollar un juicio crítico y reflexionen acerca de lo que representó la Shoá y la última dictadura cívico-militar. Para ello realizaremos la visita guiada en la primera parte de la actividad y luego tendremos el honor de escuchar el testimonio de Sara Rus. El objetivo es que hechos tan aberrantes no se repitan nunca más en la historia humana, y para esto nada mejor que ustedes y sus docentes trabajando estos contenidos en la escuela”, con estas palabras el profesor Altamirano dio por iniciada la actividad.

Nora y Cecilia, con un notable nivel de conocimiento y experticia pudieron interactuar con los estudiantes permitiéndoles conocer las características del antisemitismo, del racismo, los antecedentes de la segunda guerra mundial, la persecución a los judíos, el proceso de deshumanización y el aislamiento al que fueron sometidos, la organización de los ghettos y los campos de exterminio, los fundamentos ideológicos, políticos y económicos que se utilizaron para llevar a cabo la “solución final”. En paralelo, se fue proponiendo el análisis de lo que ocurría en nuestro país en esos años de guerra y cómo impactaron en nuestra sociedad y en las decisiones de la dirigencia política de aquel entonces los sucesos europeos.

En el auditorio del Museo, todo estaba dispuesto para que Sara Rus brindara su testimonio en primera persona. “El museo tiene las puertas abiertas para ustedes y sus familias. Hoy, además, tenemos el honor de presentar a Sara, sobreviviente de la Shoá y Madre de Plaza de Mayo L.F. Para nosotros no hay nada más importante que los testimonios, sus vidas son ejemplos de lucha y coraje, y creemos que es un privilegio que hoy pueda estar aquí”, dijo Scheyer, dando inició a este momento tan especial.

Altamirano, dirigiéndose a los presentes, manifestó: “Estoy orgulloso de ver el grado de compromiso, el nivel de escucha, sus miradas atentas y sus preguntas durante la visita guiada. Esto habla de su calidad humana y del trabajo que realizan sus docentes. Agradezco a Gabriela por este espacio pensado y organizado para generar reflexión y construir conocimiento. Cuando muchos silenciaban y miraban par otro lado, Sara, luego de una vida de lucha, siguió trabajando por la verdad y la justicia, su vida es un ejemplo. Sara, con una dulce mirada y sonrisa de satisfacción agradecía este reconocimiento.

“No es fácil llegar a mi edad y poder contar mi historia, pero lo hago con ganas porque lo que importa es que el mundo sepa por todo lo que pasamos y hasta donde se puede llegar” dijo Sara, visiblemente emocionada.

En un clima intimista, Sara recorrió los pasajes más significativos de su vida: su infancia y su familia, su vida en el ghetto, las dificultades de sobrevivir en esas condiciones, los traslados a los campos de concentración, los malos tratos, las humillaciones y carencias a las que fueron sometidos, la esperanza en medio de tanto dolor y sufrimiento, el miedo y el coraje de una niña creciendo durante la guerra y los escollos de volver a organizar su existencia en la posguerra, como fue la llegada de su familia a la Argentina y los nuevos obstáculos para integrarse y reconstruir su vida en nuestro país.

Los estudiantes escucharon atenta y respetuosamente esta primera parte de su testimonio. Pero el dolor volvería a golpear fuertemente a Sara, cuando durante la última dictadura cívico-militar, su hijo Daniel Lázaro Rus, científico de la Comisión de Energía Atómica, fuera secuestrado y desaparecido. Con congoja, relató sus años de búsqueda y su unión a otras madres que tenían el mismo destino: reclamar por la verdad, la justicia y la aparición de sus hijos.

Sin perder su calidez y su sonrisa, a pesar de todo el dolor vivido, Sara finalizó dejando para las generaciones futuras un mensaje esperanzador. “Lo más importante es saber apreciar la vida y saber querer,…” Vivir con felicidad y no con tristeza —“. Y sepamos que el odio mata pero el amor vence”.