jueves, 04 de abril del 2024
El Museo del Holocausto de Buenos Aires y los Testigos de Jehová realizaron un acto para inagurar la exposición “Triángulos Púrpuras. Una historia de coraje y resiliencia”. La muestra se exhibirá hasta el 3 de junio en el museo, y expone la crónica de la persecución sufrida por los Testigos de Jehová durante el régimen nazi. El nombre de la muestra hace referencia al distintivo que el gobierno alemán obligó a utilizar a aquellos prisioneros que profesaban esa fe.
El acto fue iniciado por el director del Museo del Holocausto de Buenos Aires, Jonathan Karszenbaum, quien destacó “como reza el título de uno de los paneles de la muestra, "somos compañeros en el sufrimiento". Y me gustó ese título, porque el significado original de "compañero" es el que comparte el pan, y así sucedió en algunas de las escenas descriptas donde los Testigos de Jehová compartáan el pan con los prisioneros judíos, además de otros actos de solidaridad”.
A su turno, Diana Wang, miembro de la comisión directiva del Museo del Holocausto, señaló que “el testigo consigue que su mensaje llegue de modo personal, habla con el cuerpo, crea un espacio en el que la verdad penetra y produce una transformacion en quien lo oye. Lo que vivió en el pasado, se relata en el presente”.
Marcos Donadio, portavoz nacional de los Testigos de Jehová, dijo que “¿Por qué recordar la historia de aquellos, que siendo relativamente pocos, rechazaron la oferta de escapar de la persecución y eligieron permanecer fieles a su fé? ¿Por qué es importante su historia de resistencia? Esa es la meta de la exhibición”.
Luego de una presentación a cargo del coordinador de contenidos del Museo del Holocausto Bruno Garbari, quien relató el proceso histórico de la persecución de los Testigos de Jehová durante el régimen nazi, fue turno de Alejandro Willers, portavoz regional de los Testigos de Jehová, quien presentó un video sobre la música y las persecución contra los Testigos de Jehová.
“La resistencia pacífica espiritual de los Triángulos Púrpuras también se manifestó a través del arte. Por ejemplo en la música, común a casi todas las culturas del pasado y del presente, la música construye un lenguaje que entienden tanto la mente como el corazón y que permite calmar, conmover y prevalecer pese a la adversidad.”, apuntó Willers.
Luciano Cardinaletti, portavoz regional de los Testigos de Jehová, presentó el testimonio final de la sobreviviente Simone Arnold Liebster. “Siempre hablo de los valores, el valor de la educación, entender de dónde vienen las cosas, quien las dijo y el valor que tienen. Siempre tener principios en tu corazón. Y recuerda que nunca como cristiano tienes que devolver mal por mal, siempre dar una mano de ayuda, esa es la vida del cristiano”, señaló Arnold Liebster.
También estuvieron presentes la cónsul honoraria de Dinamarca en Argentina Eliana Dam; el primer secretario de la embajada de Polonia Alicja Tunk; el vicepresidente de la AMIA Daniel Sapoznicoff; la directora del Centro de Estudios Sociales de la DAIA Marisa Braylan, la funcionaria de la secretaría de Educación de la Nación Cristina Gómez Giusto; el director del Centro Simón Wiesenthal para América Latina Ariel Gelblung; y la directora del Programa de Ayuda a Sobrevivientes de Tzedaká Daniela Luber.